Nuestro viaje de verano del 2011 a diferencia de la mayoría de los anteriores iba a desarrollarse dentro de España, más concretamente por Valencia, Cuenca, Alcalá de Henares y Madrid.
Después del viaje a Lanzarote que al ser un todo incluido no tenia demasiada dificultad, era nuestro primer viaje con los dos niños donde íbamos a tener que buscarnos un poco la vida para comer, cenar, etc.
Hay que decir que a pesar de haber sido un viaje muy cansado, bien por el calor que hemos pasado así como por el trabajo que suponen los dos niños, tenemos que decir que lo hemos pasado muy bien y que ha sido muy positivo, bien para nosotros como para los niños.
Como siempre he comentado, el hecho de tener niños, no tiene que suponer renunciar a viajar como algunos piensan, aunque el ritmo evidentemente no puede ser el mismo con ellos que sin ellos, por eso me reafirmo que incluso con dos niños, con tres no lo sé y espero no probarlo, se pueden hacer otro tipo de viajes que no sean los todo incluido, muy recomendables por otra parte.
Para ir acabando comentar también que el hecho de viajar con dos niños no supone el doble del trabajo que viajar con uno, ya que en esta materia las matemáticas no sirven, sino el triple o más, pero a pesar de este último comentario no os echéis atrás e intentarlo, que seguro que volvéis tan contentos como nosotros.