5 Día
Tras abandonar el hotel nos fuimos dirección Cuenca, nos esperaban unas 2h de viaje. Dirección Cuenca y desviándonos un poco, hicimos un alto en el camino para ver el parque natural de la Albufera, el cual la verdad es que no nos llamó demasiado la atención, puede que fuese por que no hicimos el típico paseo en barca, con los niños impensable, o porque no muy lejos de casa tenemos marismas y estamos acostumbrados a ver paisajes de ese tipo.
Nada más llegar a Cuenca, lo primero que hicimos fue instalarnos en la posada en la que íbamos a pasar tres noches y que por suerte habíamos reservado con antelación, decimos esto porque ese mismo día pusieron el cartel de completo.
Nuestra primera impresión de Cuenca, de la zona de donde nos alojamos, que era la zona turística, fue muy buena.
Nuestro alojamiento fue la Posada Huecar, un sitio sin lujos pero recomendable, bien por sus instalaciones como por su ubicación.
Posada Huecar
Tras alojarnos y recuperar fuerzas, nos fuimos a dar una vueltilla.
Comentar que Cuenca, la zona turística, no es muy grande y sin mucho esfuerzo se puede visitar tranquilamente en día y medio.
Nuestra primera visita fue el puente San Pablo, desde donde está la mejor vista de las famosísimas casas colgadas de Cuenca, pero que a pesar de ser lo más conocido no es lo único interesante ni mucho menos.
Puente San Pablo
Casas Colgadas
Desde este puente también hay una impresionante vista panorámica de la zona, así como del Parador de Turismo, antiguo Convento San Pablo. Pasando el puente, que no para todos es fácil, ya que vimos a gente ir con los ojos cerrados ya que les daba vértigo. Se puede visitar el Parador, un edificio muy tranquilo e inspirador.
Parador de Turismo
Vistas desde el puente San Pablo
Más casas Colgadas
Más casas Colgadas
Tras esta visita, volvimos por el puente y nos introducimos dentro del casco antiguo. Decir que toda esta zona es cuesta arriba y el hecho de ir con el carrito de niño nos supuso un esfuerzo extra. La primera visita fue la plaza Mayor, preciosa por cierto y en donde se encuentran la Catedral, el Ayuntamiento, el Palacio Episcopal y el convento de las Petras.
La catedral
El Ayuntamiento
El palacio Episcopal
Es una zona de mucho ambiente llena de terrazas, así que aprovechamos para tomar algo con su correspondiente tapa sentados en un par de terrazas y finalizar el día. Estuvimos en un par de ellos y no recomendamos sentarse en la terraza de los Arcos, ya que nos cobraron 0,55 céntimos más por la misma consumición pero la caña y sobre todo la coca-cola más pequeña.
6 día.
Como ya hemos comentado, Cuenca no es muy grande, así que en vez de estar todo el día en la ciudad, aprovechamos para hacer una escapadita por la serranía de Cuenca, bonito paisaje la verdad. Concretamente hicimos dos visitas, la primera el Ventano del Diablo, un mirador curioso por la forma de la roca donde está y la Ciudad encantada.
Ventano del Diablo
Vistas desde el Ventano del Diablo
Ventano del Diablo
La Ciudad encantada en una zona en la que las formaciones rocosas tienen unas formas muy curiosas y con imaginación puede llegar a verse, osos, una foca, un perro, etc. El terreno es particular y la entrada cuesta 3€. Es un sitio curioso de ver.
El Tormo
Los Barcos
El Perro
El Tobogan
El Mar de Piedra
Los Hongos
El Teatro
Los osos
Video del Tobogan
Tras ver la ciudad encantada y comer nos volvimos hacia Cuenca para continuar con la visita de la ciudad. La visita la continuamos donde la dejamos el día anterior, fuimos hasta la plaza de la Catedral y esta vez fuimos hacia el barrio del Castillo, en el que quedan unos restos del mismo y desde donde se puede ver con toda claridad las dos hoces que rodean Cuenca, la hoz del río Jucar y la hoz del río Huécar.
Restos del Castillo
Hoz del río Jucar
Hoz del río Huécar
Parador construido sobre la roca
Desde aquí vimos el antiguo edificio de la Inquisición, actual Archivo histórico provincial, el convento de las Carmelitas Descalzas, actualmente convertido en Fundación. Pasamos por la plaza San Nicolás, donde vimos la iglesia del mismo nombre y el convento de las Celadoras.
Archivo histórico provincial(antiguo edificio de la Inquisición)
De aquí volvimos a la plaza Mayor y desde aquí bajamos por la calle Alfonso VIII, una de las principales, donde vimos la casa del Corregidor, y la casa Palacio de los Clemente de Aróstegui, la iglesia San Felipe Neri, la iglesia de San Andrés, la torre Santo Domingo, el convento de las Benedictinas y ya en la parte de abajo, el Monasterio de la Concepción Franciscana y la casa de las Rejas.
Calle Alfonso VIII
Palacio de los Clemente de Aróstegui
Casa de las Rejas
Para acabar el día y cenar nos fuimos por lo que comentan a la mejor zona para tomar unas tapas de Cuenca, la calle San Francisco, y tenemos que decir que salimos contentos.
7 Día
Este último día en Cuenca, hicimos lo mismo que el anterior, a la mañana nos volvimos a ir a la serranía de Cuenca. Esta vez visitamos Las Torcas de los Palancares, una zona quizás no muy conocida pero que merece la pena visitar y que se encuentra a unos 25km de Cuenca. La visita consiste en hacer uno de los dos recorridos habilitados al efecto, uno donde puedes ver varias torcas, el corto y el otro donde puedes ver todas las torcas, el largo. Nosotros nos quedamos con ganas, ya que el recorrido era bonito y todo muy bien señalizado, pero con los dos niños nos tuvimos que conformar con el corto.
Muchos de los que leáis este blog, que espero así sea, no sabréis lo que son las torcas, los mismo que nos pasaba a nosotros hasta hace poco, así que ahí va una explicación de andar por casa, se trata de enormes agujeros en el terreno motivados por el derrumbamiento del techo de las cavernas que allí había, por la filtración de las lluvias y etc, en terreno cárstico.
Nosotros en el recorrido que duró unos 30 min, vimos las torcas “el Torcazo”, “La torca del Lobo”, La torca de la Escaruela y “La torca del Agua”. La más bonita sin duda la del lobo y es curioso ver su forma tan circular, que parece hecha con un compás.
La torca del Lobo
La torca del Lobo
Video de La torca del Lobo
Hay otra zona no muy lejana donde también hay torcas, pero que por las filtraciones etc están llenas de agua, se conocen como las lagunas de cañada del hoyo, se nos echó el tiempo encima y no pudimos ir a verla, pero creemos que es un sitio recomendable para visitar.
Tras la comida volvimos a Cuenca para visitar lo que nos quedaba. La visita la comenzamos previo esfuerzo para llegar hasta ella, en la plaza Mangana, donde estaba la torre del mismo nombre y desde donde había unas buenas vistas, ya que ésta se encontraba en un alto, desde aquí siguiendo por una calle estrecha, llegamos hasta la Plaza de la Merced, pequeñita pero preciosa, pero era curioso ver como en tan poco espacio, estaba el Seminario Conciliar de San Julián, la Iglesia de la Merced y el Museo de las Ciencias de Castilla La mancha que antiguamente parecía haber sido un convento.
De aquí siguiendo hacia delante llegamos al Ayuntamiento, pero frente a este encontramos, el Convento de las Esclavas, una visita curiosa y creemos no es debéis perder, ya que vayas a la hora que vayas, de día ó de noche, siempre hay una monja rezando al Santísimo, además de los atuendos que llevan, ya que estando nosotros dentro vino otra monja al altar y nos impresionó su atuendo blanco impoluto y que incluso llevaba la cabeza y la cara tapada con un velo blanco.
De aquí siguiendo hacia delante llegamos al Ayuntamiento, pero frente a este encontramos, el Convento de las Esclavas, una visita curiosa y creemos no es debéis perder, ya que vayas a la hora que vayas, de día ó de noche, siempre hay una monja rezando al Santísimo, además de los atuendos que llevan, ya que estando nosotros dentro vino otra monja al altar y nos impresionó su atuendo blanco impoluto y que incluso llevaba la cabeza y la cara tapada con un velo blanco.